Se hundió, se estigmatizó y eternizó su depresión en una resaca bíblica. Pero ha vuelto. El mercado de la vivienda está pasando de ser el patito feo de la economía a una suerte de hijo pródigo, a medida que se va extirpando los números rojos. El ladrillo muestra síntomas de que ha tocado suelo y tiende a la estabilidad. E incluso se recupera en algunas zonas del país. Por eso, los inmuebles residenciales vuelven a emerger como inversión de gran atractivo. ¿Es buen momento para comprar vivienda? Para cada vez más inversores la respuesta es sí.
Hay varios factores que explican el buen ambiente comprador que reina en el sector: la curva de precios de los pisos se aplana, las ventas repuntan, la concesión de hipotecas remonta tímidamente, el excedente de casas sin vender se va desinflando por fin, las grúas vuelven a existir, la demanda de alquiler sube y las rentas bajan. En resumen, la recomposición de los restos del naufragio inmobiliario ha forjado un nuevo hervidero de oportunidades de inversión.
"Nos encontramos en un momento muy atractivo para la inversión inmobiliaria", resume el consultor José Luis Ruiz Bartolomé. En primer lugar, "por la consolidación de las tendencias macroeconómicas: crecimiento fuerte de la economía, aumento del empleo, incremento del turismo y ascenso de todos los indicadores de confianza".
Además, "los bancos están empezando a prestar, tímidamente, y eso va a hacer que la demanda se anime", agrega Ernesto Tarazona, director de Residencial de Knight Frank. En efecto, la concesión de hipotecas repuntó un 1,6% en 2014, hasta los 203.000 préstamos, tras siete años de desplomes, y en enero de 2015 aumentó nada menos que un 20%. Eso sí, se encuentra aún muy lejos de su punto de equilibrio, que se sitúa en el entorno de 450.000 al año, según Juan Fernández-Aceytuno, director general de Sociedad de Tasación (ST).
"El sistema financiero se ha saneado y recapitalizado, lo que, unido a los incentivos del Banco Central Europeo, impulsa la concesión de crédito, incluido el hipotecario", acota Ruiz Bartolomé.
Esa mejoría crediticia avivará el precio de la vivienda, que es la veleta más fiable para los inversores. Según Rodrigo Conde Puentes, analista de Moody's, "el aumento de la creación de hipotecas mejorará probablemente la demanda en el sector inmobiliario, lo que a su vez podría ayudar a incrementar los precios de la vivienda".