En un contexto de continua transformación económica y social, el mercado de la vivienda de lujo en España ha seguido una evolución singular respecto al resto del sector inmobiliario. En aProperties analizamos cómo ha cambiado el poder de compra en las principales ciudades del país, poniendo el foco en las oportunidades y retos que enfrentan los inversores y compradores de alto nivel adquisitivo en 2025.
Madrid y Barcelona: consolidación con ajustes
Madrid y Barcelona siguen liderando la demanda de propiedades prime, pero con matices importantes. Mientras que en 2020 con un millón de euros se podía adquirir en torno a 140 m² en zonas exclusivas como Chamberí o Pedralbes, en 2024 esa cifra se ha reducido a una media de 125 m². La presión de la demanda internacional, unida a la escasez de producto de calidad, ha elevado los precios por metro cuadrado en las zonas más codiciadas.
A pesar de ello, el poder de compra no ha disminuido drásticamente gracias a un entorno financiero más favorable y a la estabilización de tipos de interés en el último año, lo que ha permitido mantener un equilibrio entre precio y valor percibido.
Málaga y Valencia: crecimiento sostenido y rentabilidad al alza
Las ciudades mediterráneas como Málaga y Valencia han experimentado un notable auge en el segmento de lujo. En Valencia, por ejemplo, con un millón de euros en 2020 se podían adquirir unos 180 m² en ubicaciones premium como l’Eixample o Ciudad de las Artes. Hoy, esa misma cantidad permite acceder a unos 160 m², aunque con mayores prestaciones en cuanto a eficiencia energética y servicios de comunidad.
En Málaga, el mercado de lujo ha ganado tracción internacional. Zonas como La Malagueta o la Milla de Oro de Marbella ofrecen ahora un producto más sofisticado, aunque el precio por metro cuadrado ha crecido alrededor de un 12% en los últimos tres años.
Baleares y Costa Brava: la exclusividad tiene un nuevo precio
En destinos tradicionalmente premium como Ibiza, Palma o la Costa Brava, la oferta de lujo es cada vez más escasa, y el poder de compra ha variado significativamente. En 2020, un presupuesto de dos millones de euros podía dar acceso a una villa de 250 m² con vistas al mar. En 2025, esa misma inversión alcanza en promedio los 200-220 m², con el añadido de nuevas exigencias de sostenibilidad y tecnología domótica que encarecen el producto, pero también lo valorizan.
¿Qué podemos esperar?
En un entorno marcado por la revalorización del concepto de calidad de vida, el poder de compra en el segmento de lujo depende cada vez más del equilibrio entre ubicación, exclusividad y prestaciones. Si bien el precio por metro cuadrado ha aumentado en muchas zonas, el valor real que los compradores obtienen —en términos de diseño, privacidad, servicios y entorno— también ha crecido.
Desde aProperties, seguimos observando una tendencia clara: los compradores de alto poder adquisitivo están dispuestos a pagar más, pero exigen un estándar más elevado y una experiencia personalizada. El mercado premium ya no se define solo por la localización, sino por la experiencia integral que una propiedad puede ofrecer.




