Begur
Situado en el corazón de l’Empordà, el pueblo de Begur y sus playas configuran uno de los lugares más maravillosos de la Costa Brava.
Tanto el casco antiguo de Begur, formado por múltiples monumentos que han quedado como legado de los momentos más significativos de su historia; como el pequeño núcleo románico de Esclanyà, o las ocho calas y pequeñas playas que pertenecen en Begur, configuran un conjunto, y un entorno paisajístico, inigualables.
La imagen más conocida de Begur es sin duda el castillo medieval que preside el municipio, pero encontramos también otros lugares interesantes para visitar, como las numerosas casas indianas (edificios de estilo colonial, construidos por begurencs que en el siglo XIX emigraron en “las Américas” huyendo de la crisis económica del momento, y que volvieron posteriormente con una importante fortuna), las torres de defensa del siglo XVI (legado del tiempo en que los piratas navegaban por el Mediterráneo y construidas por los begurencs como medio de refugio contra sus asaltos), la iglesia (edificio de estilo gótico dedicado a San Pedro) u otros edificios históricos como el Casino Cultural o las Escuelas Viejas.
La costa de Begur, además, ofrece un litoral de inigualable belleza, en el cual los acantilados, los pinos, las escondidas calas de aguas cristalinas, y la abrupta costa, hacen de esta zona la más bella de la Costa Brava. Begur cuenta con ocho calas y playas, situadas al pie del pueblo, de variadas características y singular belleza. (Aiguablava, Fornells, Platja Fonda, Su Tuna, Aiguafreda, Sa Riera, Illa Roja y Platja del Racó.